¿Hola? ¿Hay alguien ahí? No alcanzo a verte, pero por
primera vez en mucho tiempo siento la presencia de otra persona, ¿estás detrás
de esa tenue luz? Me gustaría saber de dónde vienes, ¿quién eres? Pero dudo
mucho que hayas venido a platicar ¿Has venido a matarme acaso? ¿Por fin me
sacaran de esta prisión? ¿Se detendrá este castigo por un delito que
desconozco?
Tu silencio te delata visitante, solo vienes a observarme, a
conocer de mi tragedia, a entretenerte con mi sufrimiento, pero ¿qué más da? Tu
estas afuera y yo dentro ¿cierto? ¡Voyerista! Pues entonces ¡Jodete! Tú y todos
los de tu tipo, pervertidos y degenerados que disfrutan del dolor ajeno y
celebran la muerte mientas están seguros en la comodidad de sus hogares.
No quiero llorar, pero te odio, a ti, a los que vinieron y
los que vendrán, ustedes nunca entenderán lo que es vivir solo para estas
palabras, encerrada aquí por capricho y divertimento de una mente enferma.
Y aun así, te amo pues vivo sólo cuando alguien como tú
conoce mi tragedia.
La luz mengua, ¿se está acabando, verdad? Por favor no te
vayas, volveré a esperar, volveré a morir. Aguardando a que alguien más llegue,
que alguien más me conozca, pero ¿y si no llega nadie? ¿Y si no puedo morir?
Adiós extraño, te odio, pero gracias por darme voz.


No hay comentarios:
Publicar un comentario